domingo, 31 de marzo de 2013

LA AZUDA

 
  La azuda del molino de El Algarrobo, en Alcalá de Guadaíra ha sido y es, uno de los motivos pictóricos mas abordados de nuestra región. Desde finales del XIX este azud, estaba en el punto de mira de pintores naturalistas, que intentaron en Alcalá una Nueva Barbizón.
 Rico Cejudo, Sánchez Perrier, Lafita, ... y otros muchos posteriores,  influenciados en cierta medida por el Impresionismo y las corrientes transpirenaicas, plasmaron esta represa.  
 
 
La fase inferior de la acuarela, donde se recoge esquemática la "azúa", y un trozo del molino, se llenaba de mujeres lavanderas los días de sol, de niños refrescándose, y de burros en el pilar del fondo. Tendían las ropas para su secado en las laderas del río, y propiciaban un espectáculo visual digno de ser plasmado... eran otros tiempos.
 
 
Acercarse con los pinceles a esta zona, nos produce cierto rubor, al pensar cuan expertos y meticulosos ojos presenciaron  las escenas referidas.

sábado, 30 de marzo de 2013

LA BALLENA

 Por fin, el temporal de estos días nos ha dejado bajar a la playa, y sobre las ocho ya estaba quitándome el "mono" de acuarelista enpedernío.  El viento, la lluvia y las altas mareas han hecho algunos estragos, pero sobre todo, han sembrado el litoral de troncos, y restos de todo tipo y color, incluidas las peligrosas carabelas portuguesas.


 El lado bueno, es la quietud y el sosiego que se aprecia en una playa enorme y desierta. El rugido del oleaje, la orquesta sonora de la mañana.

 
 Y antes de decir adiós, un buen paseo en bici, entorno al gran lago artificial.


El croar de las ranas, y algún conejo dando trotes, nos despiden hasta la próxima. Todo esto es lo que de bueno tiene de la S. Santa. El verano... es otro cantar, (mosquitos y calor).

lunes, 18 de marzo de 2013

TOMARES 2013

Este sábado tuvo lugar el II Certamen de Rápida de Tomares. Me decante por el acrílico al final, dado que el día amenazaba con lluvia. Y así ocurrió, a las cinco... recogiendo todos a prisa. Menos mal, si llevo papel, desastre total. El encuadre es bueno, pero la "factura" deja que desear, exceso de contrastes; y tanta dureza daña la vista.
 Ahora toca esperar, el premio no se falla hasta dentro de unos días.


 

 
                                          Acrílico/lienzo. 81x100  

Creo que este año no tendré tanta fortuna como el pasado, pues solo una obra será la elegida. Con la crisis maldita están recortando, cuando no aplazando o eliminando estos eventos.


 

martes, 12 de marzo de 2013

MOLINO DE LA TAPADA

Ayer accedimos al citado molíno, cuya fábrica ha sido restaurada no hace mucho. Dia amenazante de lluvia, pero que al final nos respetó.
Se trata de una construcción mucho mas reciente que las medievales aparecidas con anterioridad. Dicen que del XVI.  Tras darle un rodeo y acceder a la zona alta de la acequia y los cubos, usmeamos en su interior y comprobamos que la planta baja o de molienda se encontraba anegada.
Nos pusimos manos a la obra desde un punto de vista alto, junto a la carretera, con el Guadaíra al fondo, apenas perceptible.
No sin antes analizar un poco su atractiva fachada, en la que aparecen desdibujados dos escudos de armas atribuidos a la familia nobiliaria de los Afán de Ribera. También aparece una inscripción en latín de considerable tamaño pero dificilmente legible dado su deterioro.
 El sol salía y se ocultaba continuamente, obligándonos a meter la "directa" cuando ocurría lo primero. Fue divertido.  Aunque hube de terminarlo en el estudio, con el apoyo de foto.

domingo, 10 de marzo de 2013

MOLINO DE LA ACEÑA

  Su nombre lleva a confusión, ya que su motricidad no se generaba mediante aceña, sino por cubo y rodezno, como otros muchos del lugar. Data del siglo XIII, su aspecto de baluarte almenado- defensivo así lo pone de manifiesto. Es el primero de los pertenecientes al recientemente ampliado Parque de la Oromana; puede accederse al mismo desde la explanada de la feria.
  Tras estos días de lluvia, impresiona el caudal del venero que lo abastecía, aguas cristalinas que luchan contra los asquerosos vertidos procedentes del arroyo salado, un autentico atentado ecológico que se inyecta en el Guadaira, y que solo su erradicación permitiría hablar de un río con vida.