domingo, 25 de abril de 2010

TEXTURAR CON BASE

Recientemente hemos estado observando en clase una obra del profesor Armando del Rio, (al que podríamos inscribir en la Corriente conocida como Realismo mágico sevillano). En la misma podíamos observar una correcta texturización, (al menos yo la entiendo así).
En la siguiente secuencia he intentado emular los efectos, partiendo de una base de gesso acrílico.




Si dejamos secar la imprimatura unos minutos, y si le añadimos una pequeña "carga" de arena, y si la colocamos en caballete para evitar la horizontabilidad podemos lograr que las marcas perduren tal cual. Tras las huellas realizadas con papel de celofán vienen las manipulaciones a pincel seco, estarcidos, arañazos y toques de espátula: variedad pero sin excederse, dejar respirar el lienzo por zonas, trazos de mediana longitud que nos conecten las partes, que se superpongan, pero sin caer en el efectismo.





Si lo hacemos bien, sin la "frivolité" de -cualquier manipulación es válida, podremos obtener un resultado como el de arriba, (tras una descarga de siena tostada) y su eliminación parcial en superficie con la muñequilla". Ya tenemos media obra acabada.

Tanto es así, que la begonia de arriba me ha llevado tan solo un ratito en elaborarla, dado el sustrato tan rico sobre la que descansa.

Ahora, ya solo hace falta que todos los que me lean se apliquen el cuento. Como dije en un post pasado en esto de las texturaciones muchos creen que todo vale, o que basta con que el azar se imponga y el Espíritu Santo nos ilumine.

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