martes, 14 de septiembre de 2010

SIEMPRE NOS QUEDARÁ EL ESPEJO

No siempre podremos hacer uso de modelos. Por eso, para ejercitarnos en el retrato lo mejor es posar nosotros mismos. Aunque el maldito espejo nos acabe por desvelar que estamos acariciando ya los sesenta. Pero bueno, es cuestión de asumirlo, y esperar que vengan otros tantos; bueno, bueno, y algunos menos.

En el autorretrato de arriba he invertido algo menos de una hora, la técnica como puede apreciarse el carboncillo, no he rectificado nada borrando, solo el carboncillo y los dedos, el papel es aquafix, blanco aterciopelado, y el formato 50x65. Podría continuar, mejorando las facciones, y ajustando algunos rasgos, pero perdería frescura y espontaneidad, cuando el dibujo deja de "oler" a dibujo... malo, malo.

5 comentarios:

  1. Hola Evaristo, es cierto que a falta de modelos uno mismo lo puede ser, aunque es un placer poder pintar o dibujar del natural, desgraciadamente también es un lujo.
    He estado visitando tu blog, me parece estupendo el estudio, el taller para los cursos... ¡me da mucha envidia!, yo no me atrevo a dar clases por no tener suficiente espacio en mi estudio.
    Te sigo con interés, un saludo.

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  2. Evaristo, a qu ete refieres exactamente con "cuando el dibujo deja de "oler" a dibujo... malo, malo"

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  3. Hola Julia, y buenas tardes a "Nuevo Clasicismo".
    Efectivamente, disponer de un modelo para trabajar del natural es un lujazo. A veces tomo apuntes de la tele. pero la riqueza de lo tridimensional además de un reto es una gozada.
    Cuando uno se obceca en "mejorar" a menudo estropea, sobre todo si las correcciones van acompañadas de la goma de borrar. En clase hemos estado hablando ultimemente del "trazo libre de contorno", discontínuo, irregular, caligráfico... a eso me refiero especialmente.

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  4. En caligrafía oriental, uno de los estilos o tendencia historica rompe también el trazo para reflejar el "qi" (o "chi") del elemento al que se refiere el ideograma. Es algo mucho más complejo de lo que he resumido, pero por ahí van los tiros.

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  5. Efectivamente. Hay una publicación reciente titulada "El chi del pincel". Agunos trazos se interrumpen simulando ciertars formas vegetales, especialmente la de la caña de bambú, con un tipo de descargas llamadas de "hueso", y que recuerdan a una tibia, (con sus rótulas). Pero en la práctica estos trazos difieren notablemente de los que yo apuntaba, mientras en el trazo oriental se mantiene una considerable distancia entre la mano y el soporte, asiendo el pincel por el final del mango, (flotando);el trazo llamémosle "occidental" es directo, hiriente, visceral, y entre los dedos y el soporte no hay distancia, la barrita de pastel cuadrado es la mas idónea, junto con el carbón comprimido.

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