lunes, 13 de abril de 2009

Hablemos de acuarela (2)

Existe un mito maldito en torno a la acuarela: -no admite rectificaciones. Esto no es cierto del todo. A veces, los alumnos me traen acuarelas dadas por “perdidas”, y con una buena dosis de agua y el “clínex” se salvan. Otras veces, basta con ayudarse del negro o el gris payne y descargarles una buena dosis contrastante en los primeros planos, para que acuarelas desvaídas adquieran viveza. En otras ocasiones he recurrido a la cuchilla del “cuttex”, o incluso al poder antipigmentario de la lejía para extraer blancos… es importante que la acuarela posea contrastes de valor significativos, para que despierte interés. En la que aparece a continuación incluso creo que me excedí, pero se justifican en este caso por el excesivo énfasis dado a la arquitectura, es decir al castillo del segundo plano, (y es que se trataba de una obra de encargo donde el protagonista era precisamente el castillo).


Son muchos los recursos que permiten manipulaciones a posteriori; igualmente sobre la marcha el acuarelista debe improvisar a cada paso, y recurrir a “argucias”, que no son sino fruto de la experiencia en el manejo de esta bella técnica. Suele decirse: –cuando te equivoques en una pincelada o una descarga, repite el error, y se convertirá en acierto.
Lo que no debemos hacer, es considerarla como si de una técnica opaca se tratara, y obcecarnos en superponer capas, es entonces cuando aparece el efecto “machacado”. Si trabajamos sobre “seco”, hay que calcular muy bien el solapamiento de capas atendiendo a la “temperatura” del color: los rojos y anaranjados siempre irán debajo, las mezclas de “complementarios” se ensucian… etc.
Muchos desesperan, y "aburren" con la acuarela, o mejor dicho con los pobres resultados obtenidos; ante una técnica tan inestable e imprevisible es fácil caer en la desesperación, en gran medida el secretillo está en la paciencia: y es que el factor tiempo de secado es tan fundamental que resulta muy difícil de aprender con libros, la mejor manera de aprender acuarela es… ver hacer. Así pues, cuando veas a un acuarelista trabajando, no dudes en pararte y observarlo; y piensa en lo que te digo de los tiempos entre descarga y descarga.

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