Casi todos los aficicionados a la pintura de nuestra localidad han hecho alguna incursión por la afamada hacienda. No me voy a detener en las leyendas que rodean estas tierras, pero sí que pondré de manifiesto el hecho de la mixtificación que a menudo realiza la pintura, alterando y adulterando la realidad, tanto en el paisaje como en los hechos relatados.
Literaturas de corte "romántico" imprimieron junto a la pintura, el dibujo, y sobre todo el grabado, visiones idílicas de estos lares; recogidas prolíficamente en nuestra conocida Revista de Feria.
Recientemente he visitado los restos arqueológicos del asentamiento romano sacados a la luz en las inmediaciones de la hacienda; por su extensión y disposicines urbanísticas cabe inferir que en esta zona hace un par de milenios debieron proliferar torrenteras similares a mi "creación".
Las "mentiras" del pintor quedan por tanto bajo el encanto de lo especulativo-justificativo. Es bien sabido que sobre la orografía y la vegetación podemos, (y debemos) actuar en aras de mejorar la composición.
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